VILLA PEHUENIA
Esqui, treking, rafting, pesca, paseos en trineos tirados por perros, todo en un paradisíaco entorno natural
Villa
Pehuenia es una localidad situada en el centro-oeste de la provincia argentina
del Neuquén ubicada al pie de los Andes Patagónicos, a sólo quince kilómetros
de la frontera con Chile, el agreste paraje que circunda Villa
Pehuenia contrasta la tranquilidad de su entorno con su impetuosa
geografía.
Villa
Pehuenia se encuentra en el medio de la costa norte del lago Aluminé, rodeada
por cordilleras: al oeste el cordón principal —o axial— de la cordillera de los
Andes, que allí tienen una altura promedio de 2500 msnm, y al norte las
ramificaciones de la cordillera de los Andes teniendo por cúspide al cerro
Batea Mahuida, cerro de 1706 msnm que casi se encuentra inmediatamente al norte
de la población de Villa Pehuenia.
Sus paisajes se componen de altas montañas
nevadas, lagos de origen glaciar (el citado lago Aluminé y el lago Moquehue), y
bosques de coníferas autóctonas entre los que predominan la Araucaria araucana
o pehuén (imponente árbol del cual la población ha recibido su nombre) y
cohiues. Se conecta con Chile por el paso Icalma.
Los
lagos poseen un particular color ceruleo, y las montañas siempre poseen sus
cumbres nevadas, destacándose entre estas el volcán Batea Mahuida que mantiene
nieves hasta prácticamente su base durante 7 meses, desde abril en los inicios
del otoño hasta ya el mes de octubre en la primavera austral, al estar sus
principales laderas a la sombra del sol y de los vientos cálidos, y refrescadas
por un prácticamente continuo leve viento del suroeste.
Unos
2 km al oeste se encuentra la pequeña población de La Angostura y 5 km al este
la también pequeña población de Villa Unión.
Sus
antiguos pobladores eran los integrantes de la etnia huarpe llamada por los
mapuche: "pehuenche" (gente del pehuén).
Hacia
fines del siglo XVII los mapuche invadieron este sector de la Patagonia
Oriental y las poblaciones fueron mapuchizadas, aculturadas por la etnia
mapuche.
De
este modo la población mapuchizada se mantuvo en el territorio hasta finales
del siglo XIX época en que, tras la llamada "Conquista del Desierto"
pudieron arribar criollos e inmigrantes europeos.
Pese
a las presiones, las poblaciones originarias lograron mantener territorios
reservados, dadas sus costumbres preindustriales y altamente adaptadas al
ambiente. Se han mantenido también territorios altamente preservados
ecológicamente. Un ejemplo de ello ha sido y es el respeto por los bosques (que
se evita en todo lo posible deforestar; del pehuén se obtienen muy buenos
recursos alimentarios).
Otro
ejemplo patente es la edificación originaria: las "rucas", es decir
viviendas típicas, están realizadas con algunas vigas de troncos, muchas veces
obtenidas de árboles naturalmente fenecidos, lo cual disminuye el riesgo de
incendios forestales. Como componente importante de las paredes se usa el muy
aislante adobe. El techo a dos aguas es muy útil para soportar mejor el peso de
las nieves y facilitar, cuando éstas se derriten, el rápido escurrimiento de
las aguas. Es así que, por convergencia, las rucas tienen mucho en común con
los chalés alpinos y las eches o etches o etxes pirenaicas. La orientación
principal de los vanos - puertas y ventanas - de las rucas es hacia los lugares
que más luz solar reciben y con menor exposición a los vientos fríos y húmedos.
Con
todo, hasta el crítico año de 1989 la actual Villa Pehuenia aún no existía, en
su lugar se encontraba un caserío pequeño y desperdigado, llamado ocasionalmente
"Aluminé", poblado por integrantes de la comunidad puel (en
mapudungun : "-signo cardinal- este"), gente ya criolla agauchada muy
mixogenizada con los "blancos" que mantenía algunas costumbres de sus
antepasados indígenas. Una de sus primeras excelentes ideas fue la de utilizar
el volcán Batea Mahuida como centro de esquí, ya que, en efecto, tal montaña
reúne excelentes condiciones para los deportes invernales - o, mejor dicho,
nivales - ya que las nieves se encuentran allí abundantemente durante casi toda
la mitad de cada año.
De
este modo, la organización de los criollos de la comunidad puel iniciada en
torno a la utilización sabia del recurso turístico natural fue la base para el
origen de la población - con miras a ser prontamente pequeña ciudad de montaña
- llamada Villa Pehuenia. A los habitantes de la comunidad puel se han ido
sumando nuevos pobladores (muchos de ellos europeos) que para gozar de la
excelente situación aceptan de buen gusto las costumbres básicas de la
comunidad argentina puel.
Resguardada
por imponentes cordones montañosos, sobre la margen norte del lago Aluminé, los
profusos bosques de pehuenes milenarios explican el nombre de esta villa de
montaña. El pehuén o araucaria araucana, que crece en estas tierras desde
siempre, no sólo domina el paisaje sino que también arraiga la historia y la
cultura del pueblo mapuche. Considerado como árbol sagrado, su majestuoso porte
resguardaba de los duros vientos cordilleranos, y su semilla, el piñón, era su
principal fuente de alimento.
Villa
Pehuenia fue fundada por el estado provincial en 1989, como estrategia de
planificación de la zona, habitada en forma dispersa por apenas quinientos
pobladores que viven todo el año. Como creciente destino turístico descubre una
naturaleza virgen que brinda paisajes como el mirador del Ciprés, Piedra Negra,
el mirador del Morro o la Garganta del Puma.
Es
escenario también para la aventura: en los lagos Aluminé, Moquehue, Ñorquinco y
Pulmarí, donde se practica kayak y pesca deportiva, además de cabalgatas,
escaladas, excursiones de caza y trekking por senderos que se internan en
bosques y montañas. En invierno, y dentro del territorio de la agrupación
mapuche Puel, el parque de nieve Batea Mahuida, permite disfrutar del
esquí alpino y los paseos en moto de nieve, al tiempo que exhibe la riqueza
cultural de la comunidad aborigen, expresada también en sus artesanías y
comidas típicas.
De
clima húmedo templado y fresco, los días de verano en Villa Pehuenia son
cálidos, con temperaturas que varían entre los 20º y los 30ºC, y cierran en
frías noches de 5º a 0ºC. En invierno, la nieve cubre la región descendiendo a
temperaturas bajo cero.
Para
llegar desde Buenos Aires, distante 1608 kilómetros aproximadamente, se
deben tomar las rutas nacionales 5, 35, 153, 143, luego la ruta provincial 20
en La Pampa y después retomar las nacionales 151, 22, 40 y la provincial
13.
Por
avión se arriba hasta los aeropuertos ubicados en las ciudades de Neuquén,
Zapala o San Martín de los Andes.
Desde
la capital neuquina, distante de Villa Pehuenia 300 kilómetros, se accede por
las rutas nacionales 22 y 40 y la ruta provincial 13.
En
temporada invernal conviene tomar después de la ruta 40, las provinciales 46,
23 y 13, extendiéndose el recorrido a 386 kilómetros.
Combinando
paz y aventura, Villa Pehuenia posee una incipiente y variada infraestructura
de servicios para visitar y regocijarse en un privilegiado ambiente natural,
pleno de encanto y belleza cordillerana.
Villa
Pehuenia es un secreto a voces que se disfruta en la tierra, en el agua y
en el aire. Pesca, trekking, cabalgatas, paseos lacustres, canopy, rafting,
mountain bike, paseos terrestres, kayakismo, ski, snowboard, trineos, caminatas
con raquetas, carreras de aventura, fiestas tradicionales y muchas otras
actividades ideales para tener la mente en blanco y los sentidos a
pleno!!!
Año Nuevo Mapuche
“We
Xipantu” significa en lengua mapudungun “año nuevo” o “salida del nuevo sol” y
es una celebración importante que coincide con la ceremonia incaica del Inti
Raimy. Realizan un Nguillatún, en el que se agradece, se ruega y se rinde
honores al sol, fuente de sabiduría y renovación.
El
día 23 de junio por la noche comienzan los ritos con las familias reunidas
alrededor de un fogón mientras comen platos típicos y los ancianos de la
comunidad cuentan relatos. En la madrugada del día 24, todos los integrantes
del encuentro dejan el calor del fuego para tomar contacto con las frías aguas
de ríos, arroyos y vertientes más cercanos. Allí purifican su cuerpo y espíritu
antes de que salga el nuevo sol en coincidencia con el año nuevo.
La
ceremonia se acompaña de rezos y luego cada familia regresa a su casa tocando
sus instrumentos tradicionales y entonando cantos alusivos. Algunas comunidades
incluyen juegos populares, bautismos y rituales que afirman sus creencias como
parte de los festejos y para fortalecer los vínculos entre todos.
PARQUE
DE NIEVE PRIMEROS PINOS.
Esquiar
en Primeros Pinos
Ubicada
a 1.810 metros sobre el nivel del mar en el Cerro Quelli-Mahuida, es una
excelente propuesta para quienes desean dar los primeros pasos en el esquí.
Posee una pequeña superficie esquiable, a la cual se accede a través de un poma
lift con capacidad para 100 esquiadores. Presenta dos pistas con un desnivel de
treinta metros, con una pendiente que varía entre veinte y treinta grados.
Para llegar a Primeros Pinos desde
Zapala se debe transitar 45 km por la ruta provincial 13 de asfalto. Desde
Neuquén se debe transitar la ruta nacional 22 hasta la ciudad de Zapala –183
km– y desde allí continuar por la ruta provincial 13 hasta el destino. Desde
Villa Pehuenia se debe transitar 90 km de ripio por la ruta provincial 13 hasta
el destino.
TRINEOS
PARA NIEVE TIRADOS POR PERROS SAMOYEDOS. SE DISFRUTA ESTA EXPERIENCIA ANCESTRAL
EN MEDIO DE UN BOSQUE DE ARAUCARIAS Y ÑIRES ACHAPARRADOS.
El
despertar turístico del país y la posibilidad de desarrollar esta actividad con
mayor asiduidad, llevó a que, se realicen excursiones con trineos para nieve.
Sentir
la potencia que poseen estos perros, el ímpetu y el compromiso que ponen para
llevar el trineo adelante es una experiencia inolvidable. El samoyedo líder,
quien comanda al resto de los perros, presta suma atención a las ordenes
guiándo con éxito por el sendero que transitan.
Cómo llegar
desde
Villa Pehuenia se debe transitar por la ruta provincial 13 unos quince
kilómetros aproximadamente hasta llegar a Moquehue. Junto a la ruta se encuentra
el cartel que indica “Llienan Mapu – paseos con trineos para nieve.”
BATEA
MAHUIDA
La
riqueza natural de este parque de nieve ubicado a 370 kilómetros de Neuquén, se
conjuga con la historia y cultura de la comunidad mapuche Puel. Desde que el
volcán Batea Mahuida se apagó y formó en su cráter una laguna, los mapuches,
como pobladores históricos de estas tierras, se establecieron alrededor.
En
su cumbre nace el río Bío Bío y se puede observar el volcán Icalma, del lado de
Chile. Cercano al complejo, se halla un bosque fósil de pehuenes y grabados
rupestres de interés arqueológico y cultural.
El
"cerro de la batea", traducción de su nombre mapuche, en invierno se
llena de nieve, lo que permitió su desarrollo como parque y prometedor
emprendimiento de la comunidad Puel.
En
Batea Mahuida se puede practicar esquí de nórdico, alpino, paseos en motos de
nieve o raquetas para caminar entre los bosques de araucarias. También cuenta
con una pequeña confitería para degustar comidas regionales y comprar tejidos
mapuches.
La
infraestructura hotelera y gastronómica la ofrecen Villa Pehuenia y Aluminé,
cercanas al parque.
Batea
Mahuida invita a disfrutar de los deportes invernales y de la montaña en un
entorno natural agreste.
Cómo
llegar: desde la ciudad de Neuquén, distante 370 km, se toma la ruta nacional
22 hasta la ciudad de Zapala. En esta localidad se puede tomar la ruta
provincial 13 por Primeros Pinos en dirección a Villa Pehuenia. Desde allí se
recorren 118 km, 50 por camino pavimentado y el resto por ripio consolidado.
Otra opción es salir desde Zapala por la ruta provincial 46, transitando por el
parque nacional Laguna Blanca en dirección a la localidad de Aluminé, a 121 km.
Desde este punto son 63 km hasta llegar a Villa Pehuenia, siempre bordeando el
río Aluminé.
LA
PESCA DEPORTIVA, SE PUEDE DESARROLLAR EN CASI TODOS LOS ESPEJOS DE AGUA DEL
DEPARTAMENTO, CONTANDO CON LA POSIBILIDAD DE RECORRER SUS ONCE LAGOS, MUCHOS DE
LOS CUALES BRINDAN BUENAS POSIBILIDADES PARA LA CAPTURA.
Esta
actividad está estrictamente reglamentada en la zona del Parque Nacional, y de
sus tres sectores de reservas: Lago Ñorquinco, Ruca Choroi y Quillén.
Podrás
practicar distintas modalidades, especialmente te recomendamos la pesca con
mosca, muchas veces determinada en el Reglamento de Pesca Continental
Patagónica, sobre todo en el lago Pulmarí y Quillén. Podrás practicarla desde
las orillas, como a través de embarcaciones realizando balseadas de pesca,
siendo especialmente apto para ello , el río Aluminé.
La
diversidad y calidad de los ámbitos, poblados de especies altamente calificadas
tales como la trucha arco iris, trucha marrón, fontinalis, garantizan jornadas
de plena actividad dentro de un marco de belleza y tranquilidad. Otras de las
modalidades permitidas son el trolling y spining, para lo cual deberás adquirir
el permiso adicional para áreas preferenciales.
PRACTICA
DE RAFTING EN EL ALUMINÉ, UN RÍO FANTÁSTICO QUE CRUZA UNO DE LOS PAISAJES MÁS
BELLOS Y MENOS EXPLORADOS DE LA CORDILLERA NEUQUINA.
Mucho
antes de llegar a Aluminé, localidad neuquina pegada a la cordillera, el río
que le presta su nombre serpentea por el paisaje que se extiende desde el
bosque andino patagónico hasta la estepa.
Este
impetuoso curso de agua de color verde jade nace en el lago Aluminé, que junto
al Moquehue son los primeros espejos del conocido “Corredor de los Lagos”. El
gran caudal del Aluminé ofrece en distintos tramos rápidos de grados II a IV,
condición que le ha valido el privilegio de ser uno de los mejores ríos del
país para practicar rafting y kayak. Es por esto que en él se organizan las
principales competencias de estos deportes acuáticos.
La
“bajada” del río se ha convertido en un bautismo para los que visitan el lugar.
Las opciones que brinda dan para todos los gustos y tamaños, desde los más
intrépidos hasta aquellos que buscan realizar una actividad de aventura en
familia.
Para
vivir esta experiencia nos acercamos a Aluminé los primeros días del verano
dispuestos a tomar el remo y divertirnos.
Los
mejores meses para disfrutar del rafting clase III y IV en Aluminé son de
octubre a diciembre, cuando el caudal del río es óptimo para navegar por todos
sus tramos.
UNA
PARADA INELUDIBLE EN EL CIRCUITO DE PEHUENIA ES EL LAGO ÑORQUINCO. EN SU
ORILLA, UN CAMPING AGRESTE INVITA A QUEDARSE PARA EXPERIMENTAR SU ENCANTADORA
CALMA.
Cascadas,
magníficos bosques de araucarias, espejos de agua que brillan por sus
tonalidades azules y verdes, altos paredones rocosos como texturas de la
naturaleza, eso encierra el circuito Pehuenia. Hay que ir con tiempo y manejar
tranquilo, no sólo por una cuestión de precaución ya que gran parte del
trayecto es de ripio, sino porque a cada tramo el paisaje sorprende y obliga a
detenerse para contemplarlo mejor.
El
bosque que llega a la playa de arena blanca, el arroyo Nompehuén cruzando el
camping hasta desembocar en el lago, todo conforma un entorno mágico y
apacible.
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