LA PAZ Entre Ríos
Ciudad
entrerriana, rodeada de bosques naturales, arroyos, lagunas y un río con buen
pique de dorados y surubíes
De las 660 mil hectáreas que pertenecen a este departamento entrerriano, las islas ocupan 30 mil, y entre playas, competencias deportivas, festivales musicales, casino, fiestas provinciales, paseos y aguas termales, la pesca también compite para ver quién entretiene más al turismo. Por eso en La Paz nadie se aburre.
Está en la margen izquierda del caudaloso Paraná al noroeste de la provincia.
Desde Buenos Aires hay que recorrer 520 kilómetros para disfrutar de los
atractivos paisajes que rodean a este antiguo pueblo, fundado en 1835.
Pequeña pero pintoresca, la ciudad se estira frente a un gran delta dentro del cual se encuentra la reserva ictícola de Curuzú Chalí, cuya isla ocupa nada menos que 14 mil hectáreas.
Debajo
de las aguas del Paraná se ha desarrollado una rica fauna, poblada -entre otras
especies- por dorados y surubíes.
Cada
año, en febrero, se realiza la Fiesta Provincial del Surubí Entrerriano donde,
luego de una competencia, el ganador se lleva una bandeja de porcelana con la
figura de un surubí.
Cinco puntos panorámicos sobre las barrancas del río, que aquí alcanzan hasta los 30 metros de altura, ofrecen la posibilidad de admirar buena parte del ecosistema paceño, además de realizar caminatas o bicicletadas por buena parte de la costa.
La Paz tiene bosques naturales, con arroyos y lagunas que propician la vida de una rica avifauna, de gran atractivo cuando se habilita la temporada para la caza deportiva; lo mismo ocurre con el turismo en estancias que organizan safaris especiales para esta actividad.
Es
conocida la llegada de cazadores europeos que viajan atraídos por algunas de
las especies de puma que habitan en los bañados.
Relax en las termas
Todos los días parte desde el puerto un catamarán que lleva a los turistas hasta el flamante Complejo Termal de La Paz. Once piletas de distintas profundidades y tamaños, y una moderna infraestructura que incluye asesoramiento terapéutico permiten tomar los baños termales en un amplio horario y con una espléndida vista de la costa y el río.
El atractivo de realizar excursiones náuticas o salidas de pesca con guía se puede resolver en el mismo puerto, contratando los servicios que brindan diversas embarcaciones, o aprovechar las pintorescas playas para los baños en el Paraná.
Para los que gustan del trekking, las posibilidades son varias, pero una de las más atractivas es realizar una caminata por la Selva de Montiel, por la riqueza de la flora y fauna.
Las cabalgatas por las barrancas del Paraná, cruzando lomadas, senderos de bosque ribereño y hondos cañadones, permiten disfrutar amplias vistas panorámicas del entramado de islas del delta paceño
Un
atractivo similar tienen las cabalgatas que se realizan en la zona de los
esteros, para observar camalotes, grandes plantas de irupé y un atardecer con
un sol rojo y grande que se pierde detrás de las islas.
Paseos
en bici, golf y un museo
El
cicloturismo por circuitos especialmente demarcados y las excursiones en 4x4
sobre distintos suelos cuentan con recorridos en la estancia El Desafío y en
otros establecimientos de campo por cuyos caminos se puede unir La Paz con la
vecina ciudad de Santa Elena.
También,
canotaje, safaris fotográficos o simples caminatas por el sur de la ciudad, que
cuenta con tres circuitos posibles de unir entre sí o en tramos de recorrido
parciales. Y la oferta no termina aquí: los que juegan al golf pueden hacer sus
salidas en la cancha de 9 hoyos, par 72 (6559 yardas) del Golf Club de La Paz.
Tiene puentecitos, pequeñas lagunas y una completa infraestructura.
Al
caer la tarde, se puede visitar el Museo Regional, en el parque Berón de
Astrada.
En
la antigua casona de once habitaciones, ambientadas como a fines de del siglo
pasado, se puede ver restos de cerámicas indígenas y variados utensilios de
épocas pasadas. También se exponen carruajes antiguos. En el museo funciona una
muestra de artesanías locales.
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