CAYASTA SANTA FÉ y MUSEO DE SANTA FE LA
VIEJA
Cuenta
con el orgullo de tener uno de los atractivos culturales más importantes de
Sudamérica: las Ruinas de Santa Fe La Vieja, transformadas hoy en el parque
arqueológico más importante de la provincia.
Hace más de 400 años, Juan de Garay encontró en este apacible lugar el sitio
indicado para fundar la ciudad de Santa Fe la que, 80 años después de su
fundación, sería trasladada a su actual emplazamiento.Tiempo después y sin saber lo que escondía esta rica tierra, el Conde Tessier, fundó el pueblo de Cayastá a 2 Km. al Norte de las Ruinas.
El río con su inconfundible belleza lleva a que el turista se pierda en un sinfín de sensaciones e inéditas experiencias. Toda la naturaleza y 30 Km de islas hacen de esta zona, un lugar privilegiado para disfrutarlo al aire libre y con caña en mano.
MUSEO
DE SANTA FE LA VIEJA Y MUSEO DE SITIO "ARGENTINA"
La historia de la antigua ciudad de Santa Fe se descubre en las Ruinas de Santa Fe La Vieja, antiguo emplazamiento en el que pueden admirarse las huellas del ayer.
Allí fundó Juan de Garay la ciudad de Santa Fe sobre el río de los Quiloazas (hoy San Javier) cuyo trazado deja ver la mitad de la Plaza de Armas y las iglesias de la Merced, Santo Domingo y San Francisco.
A partir de julio de 1949 el Dr. Agustín Zapata Gollán, director del
Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales, exhumó las ruinas de Santa
Fe La Vieja. Los primeros trabajos pusieron al descubierto las ruinas de la
iglesia de San francisco y luego las de Santo Domingo, La Merced, el Cabildo y
las de muchas de las principales viviendas. Una tercera parte de la ciudad se
había perdido por la acción del río San Javier.También fueron exhumados los
restos de los primeros pobladores del lugar, entre ellos los pertenecientes a
la hija de Juan de Garay, y de su esposo Hernando Arias de Saavedra que fue el
primer gobernador de estas tierras.La historia de la antigua ciudad de Santa Fe se descubre en las Ruinas de Santa Fe La Vieja, antiguo emplazamiento en el que pueden admirarse las huellas del ayer.
Allí fundó Juan de Garay la ciudad de Santa Fe sobre el río de los Quiloazas (hoy San Javier) cuyo trazado deja ver la mitad de la Plaza de Armas y las iglesias de la Merced, Santo Domingo y San Francisco.
Declarado Monumento Histórico Nacional, ha merecido la atención de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para su puesta en valor y es objeto de profundo interés por el gobierno provincial quien vela mediante el Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales del que depende, por su conservación y exhibición a los visitantes.
Rodeado de una abundante y colorida vegetación, en su interior se pueden apreciar distintos elementos utilizados por los aborígenes de la región como vasijas, armas, herramientas, utensilios de labranza, tijeras, monedas, collares, mates, ladrillos, tejas, canoas y elementos de caza y pesca, contando asimismo con las marcas utilizadas en la primera yerra realizada alrededor de 1576. También posee un salón auditorio para el dictado de charlas y proyección de audiovisuales.
La ciudad: La ciudad se edificó sobre la traza
típica de la ciudad española en América: una cuadrícula formada por calles que
se cortan en ángulo recto. La traza fundacional constaba de 6 manzanas de este
a oeste y 11 de norte a sur.
El centro de la vida de la ciudad fue la Plaza de Armas, manzana vacía ubicada a una cuadra del río. En sus cercanías se edificaron el Cabildo, la iglesia parroquial y las viviendas de los principales vecinos.
Más tarde se instalaron también la iglesia y colegio de los jesuitas, la parroquia de San Roque y los conventos franciscano, domínico y mercedario.
Los primeros argentinos: Con el adelantado Juan Ortiz de Zárate llega al Río de la Plata el arcediano Martín del Barco Centenera, poeta y cronista de la expedición. En su poema "La Argentina", publicado en Lisboa en 1603, al referirse a los criollos de Santa Fe llama por primera vez "argentinos" a los nacidos en esta tierra.
La primera yerra: Según consta en las actas del Cabildo, desde 1576 se inicia en Santa Fe el registro de marcas de ganado. Esto otorga a Santa Fe la prioridad de esta práctica en el Río de la Plata, por lo que anualmente, junto a las Ruinas se celebra la Fiesta Conmemorativa de la Primera Yerra.
El centro de la vida de la ciudad fue la Plaza de Armas, manzana vacía ubicada a una cuadra del río. En sus cercanías se edificaron el Cabildo, la iglesia parroquial y las viviendas de los principales vecinos.
Más tarde se instalaron también la iglesia y colegio de los jesuitas, la parroquia de San Roque y los conventos franciscano, domínico y mercedario.
Los primeros argentinos: Con el adelantado Juan Ortiz de Zárate llega al Río de la Plata el arcediano Martín del Barco Centenera, poeta y cronista de la expedición. En su poema "La Argentina", publicado en Lisboa en 1603, al referirse a los criollos de Santa Fe llama por primera vez "argentinos" a los nacidos en esta tierra.
La primera yerra: Según consta en las actas del Cabildo, desde 1576 se inicia en Santa Fe el registro de marcas de ganado. Esto otorga a Santa Fe la prioridad de esta práctica en el Río de la Plata, por lo que anualmente, junto a las Ruinas se celebra la Fiesta Conmemorativa de la Primera Yerra.
Aquí el
progreso se muestra, lento y paulatino, sin agredir las costumbres...
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