SAN ISIDRO UN PUEBLO DE 300 AÑOS

SAN ISIDRO UN PUEBLO DE 300 AÑOS

San Isidro cuenta con un solariego Casco Histórico que constituye un orgullo para sus habitantes, entre los que todavía se encuentran los descendientes de muchos de los antiguos propietarios de las casas que hoy se han convertido en patrimonio histórico del lugar.

Sanisidrenses y turistas disfrutan a diario de los lugares particulares de este partido, entre los que merece nombrase el templo principal, dentro de una diócesis que se destaca por la gran cantidad de parroquias y capillas, este templo es la Catedral. 

Su origen fue una humilde iglesia que levantó en fundador de esta población: el Capitán Domingo deAcassuso. Su construcción data de 1898 , su estilo arquitectónico es neogótico con bellísimos vitraux y una imponente torre de 68 metros con 65 centímetros de altura.

Su ubicación es la misma en la cual se colocaron los cimientos de la capilla que erigió Domingo.

La catedral se levanta en la intersección de la Avenida Libertador y la Plaza Mitre, plaza que es conocida por su importante  

Feria Artesanal que puede visitarse los días domingos, y feriados, hasta que el sol se pone, e incluso un poco más cuando el buen tiempo lo permite. 

Esta plaza tiene dos niveles, en uno el inferior, se encuentra un reloj floral instalado por un vecino de San Isidro en 1913 y cuya maquina original se exhibe en el Museo Municipal situado en Av. del Libertador e Ituzaingo.

En el superior se ubica la Feria Artesanal a la que ya hicimos referencia.

Delimitada por la Av. del Libertador y las calles Ituzaingo, 25 de Mayo y 9 de Julio, se encuentra la antigua Manzana Municipal, donde se aprecian construcciones de variada arquitectura, así como el primer edificio que albergó a la Municipalidad.

Su edificación presenta elementos italianizantes como las columnas y la balaustrada en la terraza, que imprimen el estilo de los edificios públicos de aquellas épocas.

Otro hito en el casco tradicional es el la que fuera la residencia de la Familia Anchorena, espléndida muestra de arquitectura renacentista española, y que hoy pertenece a uno de los principales colegios privados de la zona: San Juan el Precursor.

Lindando con esta propiedad construída en 1840, se encuentra el Mirador de los Paraísos, donde antiguamente se observaba con placer el Río de la Plata.

 A pocos metros de este hermoso lugar se encuentra la Quinta los Ombúes, en la calles Adrián Beccar Varela y Belgrano ,quinta que perteneció a la familia Sánchez, cuya hija ilustre fue Mariquita S. de Thompson, conocida dama patricia de la época colonial.

Esta Quinta los Naranjos, posee estilo italiano con su balaustrada y su aljibe de mármol de Carrara, que contrastan con los revestimientos de mayólica de Talavera de la Reina y que no hacen más que evocar imágenes de un tiempo de esplendor.

A escasa distancia, en Belgrano 839, está la Quinta la Porteña. Allí vivió Luis E. Vernet, quién fuera el primer gobernador de las Islas Malvinas.

En el Paseo de los 3 ombúes, hay otro mirador, este fue donado por Mariquita para que todos los vecinos pudieran disfrutar de la hermosa vista de las barrancas de San Isidro.

El Museo Histórico Municipal Brigadier Gral. Juan Martín de Pueyrredón (Calle Rivera Indarte 48,Teléfono: 4512-3131), brinda la posibilidad de observar las salas de costura, el gabinete de trabajo, la sala familiar y la de reuniones políticas adornadas con baldosas francesas y techos de lapacho, junto a las reliquias de algunos próceres. De la misma manera luce los óleos de Prilidiano Pueyrredón que se dedicó entre otras cosas, a pintar escenas y costumbres rurales del siglo XIX.

La edificación y los grandes jardines que cobijan legendarios ejemplares recrean la mágica atmósfera de las primeras décadas de la Argentina Independiente. Por esta quinta, que perteneció al Brigadier Gral. Juan Martín de Pueyrredón, pasaron personajes ilustres como el Gral. San Martín, Sarmiento, y Liniers entre otros.

Fuera del Casco Histórico, otra de las residencias de antaño es la casa de la escritora Victoria Ocampo. Ubicada en la calle Elortondo 1811 en la ciudad de Beccar, la Villa Ocampo fue construida en 1890 por el Ingeniero Manuel Ocampo, padre de la escritora. Allí se hospedaron prestigiosas figuras de la literatura del siglo XX. Desde 1979, año en que murió Victoria Ocampo, pertenece por legado de la misma a la UNESCO y en 1997 fue declarada Monumento Histórico Nacional.