viernes, 28 de agosto de 2015

PARQUE NACIONAL COPO El refugio del quebracho colorado

PARQUE NACIONAL COPO El refugio del quebracho colorado


Resentido ante el avance del tiempo y un devastador desarrollo que terminó por confinarlo a pequeñas regiones, el quebracho colorado hoy se refugia en el Parque Nacional Copo.

Situado en el extremo noroeste de la provincia de Santiago del Estero, en el departamento homónimo, corazón del Chaco argentino, esta reserva natural protege 114.250 hectáreas. 

Reconocida por el gobierno de Santiago del Estero en 1968, se constituyó primero en reserva y recién por el año 1993, en parque provincial. 

Pero, por su importante valor ambiental, en 1998 pasó a la esfera nacional que, con el objetivo de ampliar la zona de protección, contempla la formación de un núcleo de conservación más un área adicional de 55.000 hectáreas de reserva provincial.

Así, el parque resguarda un importante sector del bosque primario de quebrachos, la especie arbórea que hiciera famosa a la región chaqueña por su riqueza forestal 

Fama que, lejos de contribuir a su correcto aprovechamiento, terminó por destruir más del 80% de la zona cubierta de montes y bosques chaqueños

Antes, los pobladores conocieron el bosque nativo y supieron cuidarlo y aprovechar sus recursos sin alterar el equilibrio natural. 

Por entonces, los quebrachales ocupaban cerca de diez millones de hectáreas, el 83,5% de las tierras santiagueñas.

Hoy, sin exagerar, más de la mitad de ese patrimonio forestal ha sido destruido, y el estado de la mitad restante se encuentra en distintas condiciones de uso y aprovechamiento.

Sin embargo, el quebracho colorado santiagueño aún sigue siendo el árbol emblemático de la ecorregión chaqueña, que predomina en los montes de Copo. 



Sus magníficos ejemplares, de gran porte y tronco recto, poseen una madera muy dura y pesada, que tradicionalmente fue utilizada para hacer los durmientes del ferrocarril y extraer el tanino con el que se curten cueros, además de servir para fabricar postes y carbón.

Las distintas etapas de desarrollo poblacional y económico del país, hicieron que los territorios vírgenes del bosque santiagueño fuesen talados y quemados, con el fin de asentar incipientes poblaciones y adaptar las tierras para la agricultura y la ganadería.

Paradojas del desarrollo en nuestro país: el ferrocarril, que fue una importante fuente de progreso, también causó la disminución de la riqueza boscosa, utilizada en forma indiscriminada para construir la red vial del país.

Así, en la mayor parte de la distribución de quebrachos, la desmesurada extracción combinada con la acción del ganado, provocaron el casi irreversible empobrecimiento de los bosques silvestres, que no pueden regenerarse de forma natural





Fauna


  

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