CUENCA DEL RÍO CORCOVADO "El paraíso de la pesca de la trucha y el salmon"
El río Carrenleufú como se lo conoce en Argentina — donde
también se lo suele llamar Corcovado — o Palena como se lo llama en Chile se
ubica en la Patagonia.
Esta cuenca pacífica binacional, tanto por su población de
peces como motivos hidrográficos, es una de las más ricas y particulares de la
Patagonia Central.
Con el río Corcovado como eje en forma de herradura, nace en
Chile y tras un largo recorrido vuelve a ingresar al país trasandino, donde
finalmente desemboca en el mar. Pasado el límite internacional el Corcovado,
también llamado Carrenleufu, adopta el nombre de río Palena.
Entre los afluentes del Carrenleufú se pueden distinguir
el río Hielo, el Frío y el Greda, en la zona argentina. Justo en la frontera desemboca
el río Encuentro, uno de los pocos cursos de agua que sirve de límite entre la
Argentina y Chile.
A unos 250 km al sur de Esquel hay una
región que se considera como una de las más amplias, variadas y superlativas
oportunidades de pesca de truchas no encontradas en ningún otro lado hoy en
día.
En los ríos de Chubut se puede pescar gran variedad de
salmónidos.
Es un área hecha a medida para buscar trofeos. El
pescador puede pescar truchas arco iris tan grandes y salvajes como los
steelheads (o cabezas de acero) y truchas marrones en el orden de los 4 y
5 kilos, o truchas de arroyo tan grandes o mayores que las de Labrador.
Hay además en sus alrededores pequeños y grandes lagos
que son excelentes ambientes pesqueros con una población básicamente de truchas
de arroyo de una calidad extraordinaria.
El salmón del Pacífico
Como su nombre lo indica, el salmón del Pacífico ingresa
desde el océano homónimo, por lo que es un pez que puebla muchos ríos chilenos.
Pese a que la cordillera parece una gran valla para el ascenso del pez, el
salmón puebla las aguas del río Corcovado medio. El peso promedio oscila
entre 8 y 11 kilos, convirtiéndolos en exponentes significativos y de
indudable valor deportivo.
No es tarea fácil capturar este pez huidizo y
caprichoso. No tiene horarios fijos de pique, momentos en que se muestre activo
y predispuesto para atacar. Se ha probado con todo tipo de señuelos, cucharas y
moscas. Pero todavía no existe una técnica definida que prometa éxitos seguros.
Es que, el salmón únicamente toma los cebos luego de habérselos pasado
infinidad de veces delante de sus ojos. Se siente provocado, se enoja y ataca.
La población de Corcovado se ha transformado en verdadero
centro de atracción para los trucheros, deseosos de encontrase con esta
singular variedad.
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