martes, 16 de junio de 2015

VILLA DE MERLO (San Luis)

VILLA DE MERLO



Merlo se convirtió en un destino con peso propio dentro del grupo de viajeros que privilegian el silencio y el estilo de vida serrano. A esto, hay que sumar las virtudes de su microclima que, según estudios científicos, es comparable al de la ciudad de Lenk en el cantón de Berna en los Alpes suizos, altamente beneficioso para la salud.


 
Ubicado en el nordeste de San Luis, muy próximo al cordobés valle de Traslasierra, al pie de las Sierras de Los Comechingones, en el extenso Valle del Conlara, Merlo es el centro del turismo serrano nacional y reconocido internacionalmente por su microclima. Posee un microclima único en la región, favorecido por la alta ionización negativa de la atmósfera. Esto brinda un efecto beneficioso sobre la salud y el ánimo de las personas. Es considerado el tercer microclima en el mundo.


Desde el lado occidental del cordón montañoso, las paredes caen con marcada verticalidad sobre el territorio merlino. Además, toda la ciudad es acompañada por la vista panorámica de las sierras.



El casco urbano de la Villa se encuentra a 850 ms. sobre el nivel del mar y se extiende hacia el este hasta los 1280 ms en la zona de los barrios altos. Este ventajoso desnivel brinda, desde cualquier punto, una maravillosa vista del Valle de Concarán.
 


 
Su relieve montañoso le confiere una extraordinaria belleza, conservando la naturalidad de sus Paisajes circundantes, entre pequeños bosques y arroyos cristalinos. Por esto y por las características de su microclima, la ciudad Villa de Merlo se ha convertido en el centro turístico más importante de la provincia.


La Sierra de Comechingones se extiende de norte a sur, decreciendo en altura en este mismo sentido. Su punto más alto, en territorio puntano, corresponde al Cerro de las Ovejas (2.260 ms), que se ubica detrás de la llamada Cabeza del Indio, formación característica del Paisaje merlino.


Presenta una abrupta pendiente hacia el oeste observable desde todo el valle y un suave declive hacia el este, en territorio cordobés, introduciéndose imperceptible en la, llanura pampeana. Posibilita la práctica de trekking, cabalgatas rappel, parapentismo o simples paseos para obtener una vista panorámica del lugar. 


Acompañado y orientado por gente de la agrupación de baqueanos, se puede realizar campamentismo y exploración en las viejas instalaciones mineras abandonadas, siendo una atractivo especial para quienes aman el turismo aventura.


De la Sierra de Comechingones baja una serie de arroyos que se dirigen de este a oeste perdiéndose a poco de entrar en el valle. Sus aguas cristalinas descienden por profundas quebradas de vegetación exuberante.

 Sus nacientes, en la zona alta de las sierras, brindan excelentes truchas a los amantes de la pesca. Aguas abajo, ofrecen numerosos saltos, cascadas y baños naturales que posibilitan la práctica de la natación.
 


Los aborígenes Comechingones habitaban la zona antes de la llegada de los españoles y fueron descriptos por ellos, como: altos, morenos y bárbaros. Cultivaban el suelo, eran cazadores y recolectores y criaban llamas. En sus siembras figuraban el maíz, los porotos, zapallos, y la quinoa; cazaban guanacos, liebres, ciervos; y recolectaban frutos de algarrobo y del chañar. Los morteros excavados en la roca y las conanas atestiguan la preparación de los granos; en los morteros con manos de forma cilíndrica, se molía la quínoa y el maíz.
Los primeros registros históricos de la región datan de principios del siglo XVI, y se considera que antes de su fundación ya había presencias de las misiones dominicas en la zona.


El nombre "Merlo" fue posterior al de Piedra Blanca, denominación del Paraje, según el historiador Urbano J. Núñez , quien alude al tema ya en 1864 en una misiva al Gobernador.

Y el nombre de Merlo es colocado en memoria del Excelentísimo Señor Virrey Don Pedro Melo de Portugal.
A partir de la creación del Virreinato del Río de la Plata, San Luis pasa a depender de la Gobernación de Córdoba del Tucumán y es durante esta Gobernación que se funda Villa Merlo.

 

Conocido como El Filo, el camino hecho a fuerza de dinamita atravesando las sierras, poco a poco nos acerca al cielo. A medida que avanzamos por la pendiente, el Valle de Conlara -uno de los más amplios del planeta- parece cada vez más pequeño.


Al llegar a los 1.740 metros de altura, las nubes lo cubren todo y el paisaje se viste de blanco. Estamos en el Camino del Tren. Esta misma postal nos acompañará hasta la cumbre, a más de 2.200 metros sobre el nivel del mar. a la derecha se despliega la postal del Valle de Conlara. Del otro lado -con un simple alambrado marcando el límite- está Córdoba, y se pueden divisar el Valle de Calamuchita y el Embalse Río Tercero.



Mirador de los Cóndores, donde se practica el vuelo en parapente.


Entre piedras y agua

A 20 km del centro de Villa de Merlo está Cortaderas. En esta zona la vegetación se mantiene virgen, y las zarzamoras, espinillos y molles, el árbol característico de Merlo, se levantan a los costados del sinuoso camino de montaña. 


A sólo dos kilómetros el arroyo Cortaderas,



Viaje al centro de la Tierra


Mina de los Cóndores está a 50 kilómetros de Villa de Merlo. el lugar se convirtió es un pueblo fantasma, pero en sus años dorados, durante la Segunda Guerra Mundial, fue una de las mayores productoras de tungsteno del mundo. Descubierta en 1893, llegó a tener 1.200 obreros trabajando en sus entrañas. Es extraña la sensación de internarse en uno de los tantos túneles de la mina. Y, por algún motivo, emocionante.




Los Molles rodeado de frondosa arboleda, ideal para disfrutar en familia realizando caminatas, ascensos guiados y avistajes de aves.



Villa Larca
Villa veraniega que cuenta con el complejo turístico "Chorro de San Ignacio", impresionante caída de agua de más de 20 metros de altura entre rocas y exhuberante vegetación. El arroyo cuenta con frondosa arboleda, balneario con baños, y asadores con parrilla. El turismo de aventura encuentra aquí su marco ideal.


Papagayos
Pequeño pueblo enclavado en la sierra y caracterizado por su entorno de exóticas Palmeras Caranday, que proveen sus fibras para la realización de vistosas artesanías. El pueblo invita , además, a un confortable balneario y camping Municipal y a un Museo dedicado a la cultura aborigen de los Comechingones.
Reserva de Papagayos
En un marco serrano espectacular este parque fue creado con el fin de preservar una importante población de Palmeras Caranday, originarias del noreste argentino y que curiosamente se han multiplicado con éxito en esta zona.
 



También su fauna de vertebrados y aves: zorros, águilas, cóndores, pumas y una gran diversidad de pájaros, encontraron su hábitat en las alturas serranas y en las proximidades de la villa.






ABUELO ALGARROBO MERLO SAN LUIS
Cuando hace 523 años del Descubrimiento de América, un personaje vegetal, que vive en la provincia de San Luis, en un pueblo llamado Merlo, ya había cumplido casi 1000 años.
Este personaje vegetal es un hermoso ejemplar de algarrobo que enorgullece a los puntanos y al que Antonio Esteban Agüero, definió así:


Algarrobo natal. Torre de cielo.
Monumento y estatua de follaje.
Hijo del Sol y de la Tierra unidos.
Corona real para la sien del aire.
Arbol de Luz. Espejo de los siglos.
Dios vegetal de corazón fragante.


Este hermoso ejemplar, ligado a la familia del poeta Agüero desde hace casi tres siglos, es uno de los últimos sobrevivientes de los vastos bosques que poblaron el "País del Conlara" en los tiempos de la Conquista.
Sus formas, de una plasticidad poco frecuentes pueden asemejarse -desde cualquier ángulo que se las observe-, desde bailarines en extrañas actitudes, hasta arcos arquitectónicos totalmente equilibrados. Las hormigas que lo recorren, lo mismo que los jazmines del aire que amenazan seriamente su futuro son, con los pájaros que lo pueblan día a día, los únicos personajes que se atreven a recorrerlo, o a instalarse en sus ramas, sin ningún respeto por su antigüedad.
Es un testigo insospechado de quien sabe qué cantidad infinita de sucesos y hasta existe un mapa o itinerario -según afirmaba el poeta Agüero- donde se señalaba al Algarrobo como un hito de referencia ubicándoselo en el centro mismo de lo que podría llamarse Valle del Conlara o La Capital de Yungulo, legendario cacique, jefe de los Comechingones, sobre cuya existexistencia en la primera mitad del Siglo XVI ya no caben dudas.
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Un recorrido por los talleres artesanales de la Villa de Merlo, en los que se talla la madera y se urden los hilos para crear obras que ensamblan tradiciones ancestrales con historias recientes. El arte se suma así al apacible microclima y al paisaje del imponente cordón de las Sierras de los Comechingones
     




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