VILLA DE MERLO
Merlo
se convirtió en un destino con peso propio dentro del grupo de viajeros que
privilegian el silencio y el estilo de vida serrano. A esto, hay que sumar las
virtudes de su microclima que, según estudios científicos, es comparable al de
la ciudad de Lenk en el cantón de Berna en los Alpes suizos, altamente
beneficioso para la salud.
Ubicado
en el nordeste de San Luis, muy próximo al cordobés valle de Traslasierra, al
pie de las Sierras de Los Comechingones, en el extenso Valle del Conlara, Merlo
es el centro del turismo serrano nacional y reconocido internacionalmente por
su microclima. Posee un microclima único en la región, favorecido por la alta
ionización negativa de la atmósfera. Esto brinda un efecto beneficioso sobre la
salud y el ánimo de las personas. Es considerado el tercer microclima en
el mundo.
Desde
el lado occidental del cordón montañoso, las paredes caen con marcada verticalidad
sobre el territorio merlino. Además, toda la ciudad es acompañada por la vista
panorámica de las sierras.
El
casco urbano de la Villa se encuentra a 850 ms. sobre el nivel del mar y se
extiende hacia el este hasta los 1280 ms en la zona de los barrios altos. Este
ventajoso desnivel brinda, desde cualquier punto, una maravillosa vista del
Valle de Concarán.
Su
relieve montañoso le confiere una extraordinaria belleza, conservando la
naturalidad de sus Paisajes circundantes, entre pequeños bosques y arroyos
cristalinos. Por esto y por las características de su microclima, la ciudad
Villa de Merlo se ha convertido en el centro turístico más importante de la
provincia.
La
Sierra de Comechingones se extiende de norte a sur, decreciendo en altura en
este mismo sentido. Su punto más alto, en territorio puntano, corresponde al
Cerro de las Ovejas (2.260 ms), que se ubica detrás de la llamada Cabeza del
Indio, formación característica del Paisaje merlino.
Presenta
una abrupta pendiente hacia el oeste observable desde todo el valle y un suave
declive hacia el este, en territorio cordobés, introduciéndose imperceptible en
la, llanura pampeana. Posibilita la práctica de trekking, cabalgatas rappel,
parapentismo o simples paseos para obtener una vista panorámica del lugar.
Acompañado y orientado por gente de la agrupación de baqueanos, se puede
realizar campamentismo y exploración en las viejas instalaciones mineras
abandonadas, siendo una atractivo especial para quienes aman el turismo
aventura.
De
la Sierra de Comechingones baja una serie de arroyos que se dirigen de este a
oeste perdiéndose a poco de entrar en el valle. Sus aguas cristalinas
descienden por profundas quebradas de vegetación exuberante.
Sus nacientes, en
la zona alta de las sierras, brindan excelentes truchas a los amantes de la
pesca. Aguas abajo, ofrecen numerosos saltos, cascadas y baños naturales que
posibilitan la práctica de la natación.
Los
aborígenes Comechingones habitaban la zona antes de la llegada de los españoles
y fueron descriptos por ellos, como: altos, morenos y bárbaros. Cultivaban el
suelo, eran cazadores y recolectores y criaban llamas. En sus siembras figuraban
el maíz, los porotos, zapallos, y la quinoa; cazaban guanacos, liebres,
ciervos; y recolectaban frutos de algarrobo y del chañar. Los morteros
excavados en la roca y las conanas atestiguan la preparación de los granos; en
los morteros con manos de forma cilíndrica, se molía la quínoa y el maíz.
Los
primeros registros históricos de la región datan de principios del siglo XVI, y
se considera que antes de su fundación ya había presencias de las misiones
dominicas en la zona.
El
nombre "Merlo" fue posterior al de Piedra Blanca, denominación del
Paraje, según el historiador Urbano J. Núñez , quien alude al tema ya en 1864
en una misiva al Gobernador.
Y
el nombre de Merlo es colocado en memoria del Excelentísimo Señor Virrey Don
Pedro Melo de Portugal.
A
partir de la creación del Virreinato del Río de la Plata, San Luis pasa a
depender de la Gobernación de Córdoba del Tucumán y es durante esta Gobernación
que se funda Villa Merlo.
Conocido
como El Filo, el camino hecho a fuerza de dinamita atravesando las sierras,
poco a poco nos acerca al cielo. A medida que avanzamos por la pendiente, el
Valle de Conlara -uno de los más amplios del planeta- parece cada vez más
pequeño.
Al
llegar a los 1.740 metros de altura, las nubes lo cubren todo y el paisaje se
viste de blanco. Estamos en el Camino del Tren. Esta misma postal nos
acompañará hasta la cumbre, a más de 2.200 metros sobre el nivel del mar. a la
derecha se despliega la postal del Valle de Conlara. Del otro lado -con un
simple alambrado marcando el límite- está Córdoba, y se pueden divisar el Valle
de Calamuchita y el Embalse Río Tercero.
Mirador
de los Cóndores, donde se practica el vuelo en parapente.
Entre
piedras y agua
A
20 km del centro de Villa de Merlo está Cortaderas. En esta zona la vegetación
se mantiene virgen, y las zarzamoras, espinillos y molles, el árbol característico
de Merlo, se levantan a los costados del sinuoso camino de montaña.
A
sólo dos kilómetros el arroyo Cortaderas,
Viaje
al centro de la Tierra
Mina
de los Cóndores está a 50 kilómetros de Villa de Merlo. el lugar se convirtió
es un pueblo fantasma, pero en sus años dorados, durante la Segunda Guerra
Mundial, fue una de las mayores productoras de tungsteno del mundo. Descubierta
en 1893, llegó a tener 1.200 obreros trabajando en sus entrañas. Es extraña la
sensación de internarse en uno de los tantos túneles de la mina. Y, por algún
motivo, emocionante.
Los
Molles rodeado de frondosa arboleda, ideal para disfrutar en familia realizando
caminatas, ascensos guiados y avistajes de aves.
Villa
Larca
Villa
veraniega que cuenta con el complejo turístico "Chorro de San
Ignacio", impresionante caída de agua de más de 20 metros de altura entre
rocas y exhuberante vegetación. El arroyo cuenta con frondosa arboleda,
balneario con baños, y asadores con parrilla. El turismo de aventura encuentra
aquí su marco ideal.
Papagayos
Pequeño
pueblo enclavado en la sierra y caracterizado por su entorno de exóticas
Palmeras Caranday, que proveen sus fibras para la realización de vistosas
artesanías. El pueblo invita , además, a un confortable balneario y camping
Municipal y a un Museo dedicado a la cultura aborigen de los Comechingones.
Reserva
de Papagayos
En
un marco serrano espectacular este parque fue creado con el fin de preservar
una importante población de Palmeras Caranday, originarias del noreste
argentino y que curiosamente se han multiplicado con éxito en esta zona.
También
su fauna de vertebrados y aves: zorros, águilas, cóndores, pumas y una gran
diversidad de pájaros, encontraron su hábitat en las alturas serranas y en las
proximidades de la villa.
ABUELO
ALGARROBO MERLO SAN LUIS
Cuando
hace 523 años del Descubrimiento de América, un personaje vegetal, que vive en
la provincia de San Luis, en un pueblo llamado Merlo, ya había cumplido casi
1000 años.
Este
personaje vegetal es un hermoso ejemplar de algarrobo que enorgullece a los
puntanos y al que Antonio Esteban Agüero, definió así:
Algarrobo
natal. Torre de cielo.
Monumento
y estatua de follaje.
Hijo
del Sol y de la Tierra unidos.
Corona
real para la sien del aire.
Arbol
de Luz. Espejo de los siglos.
Dios
vegetal de corazón fragante.
Este
hermoso ejemplar, ligado a la familia del poeta Agüero desde hace casi tres
siglos, es uno de los últimos sobrevivientes de los vastos bosques que poblaron
el "País del Conlara" en los tiempos de la Conquista.
Sus
formas, de una plasticidad poco frecuentes pueden asemejarse -desde cualquier
ángulo que se las observe-, desde bailarines en extrañas actitudes, hasta arcos
arquitectónicos totalmente equilibrados. Las hormigas que lo recorren, lo mismo
que los jazmines del aire que amenazan seriamente su futuro son, con los
pájaros que lo pueblan día a día, los únicos personajes que se atreven a
recorrerlo, o a instalarse en sus ramas, sin ningún respeto por su antigüedad.
Es
un testigo insospechado de quien sabe qué cantidad infinita de sucesos y hasta
existe un mapa o itinerario -según afirmaba el poeta Agüero- donde se señalaba
al Algarrobo como un hito de referencia ubicándoselo en el centro mismo de lo
que podría llamarse Valle del Conlara o La Capital de Yungulo, legendario
cacique, jefe de los Comechingones, sobre cuya existexistencia en la primera
mitad del Siglo XVI ya no caben dudas.
.
Un
recorrido por los talleres artesanales de la Villa de Merlo, en los que se
talla la madera y se urden los hilos para crear obras que ensamblan tradiciones
ancestrales con historias recientes. El arte se suma así al apacible microclima
y al paisaje del imponente cordón de las Sierras de los Comechingones
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