BALDERRAMA NO SE APAGA
“No se puede visitar Salta sin pasar por
lo de Balderrama”
La
historia de Balderrama comienza a mediados del siglo pasado. El matrimonio
Antonio Balderrama y Remigia Zurita tenían una picantería donde se podían
degustar los mejores platos regionales.
El local era uno de los preferidos por
los artistas salteños.
En
el año 1954, sus hijos Daría, Celestino y Juan, decidieron independizarse y
fundaron la "Picantería Balderrama" en el mismo lugar que se
encuentra hoy en día, a “orillitas del canal”, parada obligada de cocheros que
partían desde el lugar transportando pasajeros.
Nunca
imaginaron, quizás, que este local ubicado en calles San Martín y el Canal del
Esteco de la capital Salteña, más precisamente en la calle San Martín 1126 se
encuentra el Boliche Balderrama, el "templo del folclore
argentino".
Con
el tiempo el local se convirtió en uno de los preferidos por los artistas
salteños entre los que se destacan Juan Carlos Dávalos, Eduardo
Falú y Cesar Perdiguero. Posteriormente la concurrencia se fue
acrecentando con la presencia de otras personalidades; así llegaron Jaime
Dávalos, Gustavo "Cuchi" Leguizamón, Villegas, Sato, Manuel J.
Castilla, Hugo Aparicio, Diaza Bavio, entre otros.
Más
adelante, uno de los que frecuentaban el local, en una servilleta, escribe unos
versos dedicados al lugar y a sus dueños como agradecimiento a las atenciones
recibidas; estos versos durmieron en un cuadro hasta que un talentoso músico le
regaló su melodía:
A orillitas del
canal,
cuando llega la
mañana,
sale cantando la
noche
desde lo de
Balderrama.
Zamba
"Balderrama", Letra: Manuel J. Castilla. Música: Gustavo
"Cuchi" Leguizamón.
Denominada
simplemente “Balderrama”, el boliche fue inmortalizado en una zamba cuyos
autores de letra y música respectivamente son Manuel J.
Castilla y Gustavo "Cuchi" Leguizamón. Posteriormente,
cantada por Mercedes Sosa, la zamba se hizo internacionalmente conocida;
traducida a cinco idiomas hoy es interpretada por muchos folcloristas
argentinos y latinoamericanos.
La
casona fue musa inspiradora de una zamba que cantada por Mercedes Sosa hizo
internacionalmente conocido a este local de comidas y folclor. "A orillitas del canal, cuando llega la
mañana, sale cantando la noche, desde lo de Balderrama..."
Don
Juan Balderrama sentencia: "el que no conoce Balderrama: no conoce
Salta"
En
un principio era un simple bodegón, con pisos de ladrillo y techos de zinc.
Siempre
fue el punto de encuentro de los bohemios de Salta, que se juntaban allí hasta
la madrugada y después de sus actuaciones se quedaban guitarreando hasta que el
Sol les decía basta!
A
orillitas del canal, entre medio de bailantas, suenan las guitarras y el bombo,
mientras se canta Balderrama. En el boliche nacieron zambas y entuertos,
amoríos y poemas. El sol encegueció trasnochados y bohemios, mientras poetas
pedían el almanaque, para reconocer la fecha que se levantaban de la mesa.
Primero
fueron los obligados cocheros con sus largas noches, en la espera de
un pasajero, quienes sin darse cuenta convocaron a los bohemios trasnochadores
que, para matar las horas de insomnio, adoptaron el lugar como el rincón
obligado para aguardar al nuevo día, cosechando sin proponérselos amigos
circunstanciales que casi siempre allí se encontrarían.
Así
se mezclaron cocheros, lustrabotas, médicos, empleados, changarines, abogados,
comerciantes, empresarios, poetas, guitarreros y cantores espontáneos,
inmiscuidos entre los que no tenían destino, cada uno viviendo “su noche de
bohemia”, confundidos dueños y parroquianos en el convite de copas sin precios,
que se invitaban para no ver partir al amigo narrador de anécdotas cautivantes
y sin fin, historias increíbles y confesiones intimas, o al guitarrero de
amplio repertorio, junto a voces talentosas, que no les hacía falta el
acompañamiento musical para dejar florecer al dormido artista que tenían
adentro, junto a poetas populares, que sin querer encontraban allí sus
inspiraciones hasta el grito de don Balderrama a los trasnochados “muchachos
váyanse es hora de abrir”.
Juan
Balderrama, el emblema de la familia , se llevó una gran cantidad de premios y
distinciones en distintos ámbitos provinciales y nacionales, por el lógico
aporte al folklore a la cultura del país.
En
su 50 aniversario la peña más famosa de Salta fue declarada en octubre sitio de
``Interés Turístico'' por el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de la
Nación, a cargo del ingeniero Hernán Lombardi. Esta mención de honor del Estado
Nacional se sumó a la resolución del 29 de agosto del Concejo Deliberante de la
ciudad de Salta, quien declaró al boliche fundando en 1954 de ``interés
Arquitectónico, Histórico y Cultural''.
Hoy
mantiene la característica intacta, con consagrados y no tanto, con grupos que
quieren llegar lejos, con debutantes absolutos, con algunos que quieren volver
y con otros que poco a poco van en conquista del público fuera de las fronteras
argentinas.
Es
el paso obligado de quien visita Salta y para los salteños es la referencia
obligada cuando alguien pregunta por las bondades de la provincia.
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